Estrenaré este blog con este relato autobiográfico sobre la salud a lo largo de mi niñez y parte de mi adolescencia.
Comenzando por la etapa de Infantil lamento decir que no recuerdo muchas experiencias. Una de ellas era la de llevar cada uno su taza para beber. Cada vez que queríamos beber cogíamos nuestra taza (cada una llevaba nuestro respectivo nombre) e íbamos a la fuente. Otras experiencias eran las de lavar las manos después de ir al baño, trabajar en clase o antes de comer.
Uno de los recuerdos más marcados a lo largo de todo el ámbito escolar era aquella típica pirámide de alimentación que aparecía en alguno de los carteles de la clase o en repetidas ocasiones en los libros de texto. A través de ella, nos concienciaban de que debíamos llevar una dieta equilibrada y que nuestro cuerpo necesitaba de todos las vitaminas para estar completamente sano.
Otro claro recuerdo, relacionado con la salud bucodental, es el del famoso vasito de flúor. Cada uno de nosotros se levantaba en orden y se disponía a hacerse con un vasito de la caja. Debíamos mantener el líquido en la boca durante un minuto y posteriormente depositarlo de nuevo en el vaso. Basándome en mi experiencia a pocos alumnos les gustaba el sabor de ese líquido rosa, era como “la tortura de la semana “. Otra experiencia relacionada con la salud de la boca que recuerde era la de realizar ejercicios en un cuadernillo en el que el protagonista era un cepillo de dientes. Había ejercicios de toda clase: crucigramas, dibujos para colorear, textos con preguntas… y todo ello, por supuesto, relacionando con la boca y su salud.
En el instituto nos obligaban por ejemplo a cambiarnos de ropa para realizar educación física así como a ducharnos después de la clase.
Con el paso del tiempo, estas costumbres marcadas en el colegio y en el instituto debían ser seguidas por quienes quisieran en sus respectivos hogares. A lo largo de nuestras vidas nos han enseñado como llevar una mejor calidad de vida y unos valores que no deberíamos perder nunca, ya no sólo por nuestro bien, sino por los de nuestro alrededor. Como futura docente, prometo dedicar a este apartado llamado “salud” el tiempo y dedicación que se merece porque como dice ya el título de nuestro blog si nuestro cuerpo está sano, la mente también lo estará y viceversa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario